Las complicaciones más frecuentes que presentan las heridas quirúrgicas son la infección y la hemorragia y tienen como consecuencia una mayor estancia hospitalaria con los perjuicios que esto conlleva: mayor riesgo de infecciones nosocomiales (o infección intrahospitalaria), incomodidad para el paciente, mayor gasto, etc.
Los profesionales de enfermería son los que prestan cuidados a la herida quirúrgica (en algunos casos), y por tanto tienen un papel fundamental para prevenir complicaciones. Un correcto tratamiento de las heridas disminuye el riesgo de las mismas y por ello el sentido de este protocolo; proporcionar unas pautas para el cuidado de la herida quirúrgica.
Para favorecer la cicatrización de la herida, se recomienda el uso de curas húmedas ya que favorecen el crecimiento de tejido de granulación en un ambiente adecuado, protegiéndolo de agresiones externas y de agentes infecciosos. El ambiente húmedo en la herida mantiene también la temperatura adecuada para estimular la fibrinólisis. El mecanismo de acción en este tipo de cura se basa en la absorción y retención del exudado, controlando la cantidad del mismo entre el apósito y la lesión. Se denomina cura en ambiente húmedo aquella que mantiene unas condiciones fisiológicas y ambientales en el lecho de una úlcera o herida crónica similares a los tejidos inferiores a la epidermis. En la fase de epitelización (epitelización es la acción natural de curación dérmica y tejido epidérmico en el cual el epitelio crece sobre una herida. Éste es un tejido membranoso compuesto por una o más capas de células que contiene muy poca sustancia intercelular) continuaremos con las curas en ambiente húmedo usando apósitos que protejan de lesiones e infecciones y que permitan espaciar las curas para no dañar demasiado los tejidos neoformados, evitando también las sobrecargas de trabajo de los profesionales de enfermería. Hoy en día en el mercado existen multitud de productos y apósitos que favorecen la cura húmeda y estimulan la cicatrización, reduciendo la posibilidad de infección. La gran variedad de productos ofertados obliga al profesional a conocer sus principales características e indicaciones; pero conviene decir de antemano que el conocimiento clínico del profesional y su experiencia son fundamentales a la hora de elegir el tratamiento de la úlcera.
Se define como CURACIÓN a la técnica que favorece el tejido de cicatrización en cualquier herida hasta conseguir su remisión.
Tipos de Curas:
Existen dos formas de realizar la curación:
1. La cura tradicional.:
- Ambiente seco.
- Utilización de apósitos pasivos.
- Uso de antisépticos y antimicrobianos.
- Es de frecuencia diaria.
2. La cura avanzada.
- Ambiente húmedo fisiológico.
- Utilización de apósitos activos.
- No utilización de tópicos como antisépticos, etc.
- Su frecuencia depende de la naturaleza de la
- herida.
Ventajas
Para analizar las ventajas de la cura en ambiente húmedo hay que tener presentes los siguientes factores que determinarán la necesidad de su utilización.
- Alteraciones del lecho de la úlcera y de la piel perilesional por el continuo cambio de apósitos y excesivos exudados.
- Ausencia y pérdida de proteínas (factores de crecimientos).
- Variabilidad de pH de la lesión.
- Pérdida de la función barrera.
- Pérdida del equilibrio de la flora cutánea con la presencia de gérmenes aerobios y anaerobios, sabiendo diferencia la contaminación de la infección.
- Mediante la terapia oclusiva y manteniendo un ambiente húmedo con un film de poliuretano, las lesiones dérmicas cicatrizan o curan en la mitad de
- tiempo
En el ambiente húmedo la cicatrización es más rápida porque:
- Previene la desecación celular.
- Favorece la migración celular.
- Promueve la angiogénesis.
- Estimula la síntesis de colágeno y favorece la comunicación intercelular
- El aislamiento térmico.
- Un menor grado de dolor.
- El desbridamiento autolítico.
- Mayor velocidad de cicatrización y mejor calidad de la cicatriz.
Limpieza de las heridas
Es el primer paso en el tratamiento de la cura y uno de los más importantes, ya que dependiendo de cómo se realice vamos a mejorar las condiciones de la herida y a disminuir el riesgo de infección.
La limpieza debe realizarse siempre antes de cada cura, con suero salino a una presión suficiente para arrastrar restos de la cura anterior, esfacelos, tejidos necróticos, etc. pero, que no produzca daño en el lecho de la herida. Después de la limpieza, la herida se tiene que secar con mucho cuidado y siempre por presión.
Se recomienda no utilizar productos antisépticos para la limpieza de la herida ni limpiadores cutáneos, por su poder citotóxico para el nuevo tejido.La irrigación por arrastre o presión de las heridas con solución salina al 0,9% estéril es la más utilizada. El sodio es un catión dominante de los líquidos extracelulares. Es el determinante más importante de la presión osmótica efectiva de los líquidos intersticiales.
Control de exudado
Definición
Se define como el fluido resultante de la secreción corporal, tanto intracelular como extracelular, cuando existe pérdida de continuidad de la piel y en algunos casos, incluso cuando esta pérdida de continuidad es aparentemente inexistente. En las heridas agudas puede tener un cierto efecto protector, pero en las heridas crónicas puede entorpecer el proceso normal de cicatrización porque retrasa o bloquea la proliferación de fibroblastos, células endoteliales y queratinocitos. Además, el fluido de las heridas crónicas contiene una cantidad de enzimas y de sustancias químicas que pueden parar o alterar la formación de la sustancia fundamental, lo que es muy importante para el movimiento de células y para la reepitelización.
El buen control del exudado es fundamental para la rápida cicatrización de las heridas. La cura en ambiente húmedo proporciona al lecho de la lesión el nivel de humedad adecuado para que el propio organismo acelere el proceso de cicatrización. El exudado contiene una gran concentración de proteínas y favorece el desbridamiento autolítico por mediación de las enzimas fisiológicas o endógenas del organismo.
TIPOS DE EXUDADOS (SECRECIONES)
- Seroso: es el primer exudado que se puede encontrar. Su aspecto es transparente, con una tonalidad amarillenta.
- Hemorrágico: es debido a la rotura traumática, su color es rojo como en una hemorragia en sábana o por la fragilidad capilar debida a una alta carga bacteriana. Presenta un color más oscuro y de flujo más lento.
- Purulento: es el exudado que se encuentra en lesiones con signos de infección. Su aspecto, color y olor dependerán del agente causante por sus toxinas, comprometiendo la reproducción celular.
- Seropurulento: es una combinación de exudado seroso y purulento.
- Hemopurulento: es una combinación de exudado hemorrágico y purulento.
Toma de cultivo
La calidad de la muestra tiene una gran importancia a la hora de la fiabilidad de la información que el laboratorio pueda proporcionarnos sobre ella. Las muestras de escaso contenido, mal tomadas o cuyo transporte y conservación se hayan realizado de forma incorrecta pueden dar datos erróneos y como
consecuencia falsos diagnósticos. El diagnóstico microbiológico se reserva para los casos en los que se precisa conocer la etiología de la infección, bien porque sean de particular gravedad, porque se sospeche la presencia de microorganismos menos frecuentes, porque haya habido mala respuesta a los tratamientos antimicrobianos previos, o porque son heridas de larga evolución que no cicatrizan dentro de un periodo de tiempo razonable.
resumen del:
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